David Wark Griffith fue el gran fijador del lenguaje cinematográfico. Sus innovaciones en la manera de narrar una película revolucionaron el séptimo arte: En sus obras maestras "El nacimiento de una nación" (1914) e "Intolerancia" (1915), dividía el film en secuencias, mostraba acciones en paralelo, cambiaba el emplazamiento y el ángulo de la cámara, variaba los planos, usaba el flash-back o narración de un hecho ya pasado. Pero, sobre todo, Griffith asumió que el montaje era el instrumento expresivo más importante con que contaba el cine; que no servía sólo para ordenar secuencias y planos, sino también para emocionar al espectador. Dziga Vertov, creador del kino-glaz (cine-ojo) "El acorazado Potemkin" (1925) de Serguei M.Eisenstein V.Pudovkin, fue el autor de "La madre" (1926) A. Dovjenko dirigió "La tierra"(1930) En estas primeras décadas de cine aparecen más directores que se dan cuenta de que este
Un buen drama es como la vida, pero sin las partes aburridas.